viernes, 30 de noviembre de 2007

Suelo, para qué os quiero...


Un mismo suelo, distintas piedras, anónima pisada que afronta el desafío de dejarse ver desde abajo para poder tocarse desde dentro...
Granito o cemento, cuarzo o tierra, pasto en su recuerdo, qué diferente puede llegar a ser nuestra percepción de un mismo suelo, a través del tiempo, en la memoria de un abrazo, o de unas risas, o de la amargura de un mal día...
-Hoy estuve, ayer estaré, mañana soy- siendo así que todo confluye en un solo pisar, en un espacio concreto de humanidad que se pone de acuerdo para prestarnos un momento de privacidad. Ojalá este mismo suelo que todos repasamos sea modelo de unión, a pesar de las grietas (y en ellas, un trocito de nuestra identidad). Frío para un momento; indiferente en el tiempo ordinario que no siempre percibe lo extraordinario; cálido en la fiesta del encuentro, del perdón, del éxito puesto a prueba y de la añoranza agradecida.
Suelo, para qué os quiero...

1 comentario:

del porvenir dijo...

Hola David, acabo de descubrir que empezaste a escribir este blog y también que lo tines abandonado desde hace algún tiempo je, je. Te animo a que no desanimes, puede parecer que estas escribiendo para nadie, pero muchas veces por estas webs, me refiero alos blogs personales pasa más gente de la que puedes imaginar. Haz correr la dirección y verás como poco a poco gana vitalidad externa (la interna la doy por supuesta)
Un saludo
Vicente Flores Alés (soy el padre de Victoria)
mi blog www.elporvenirdesevilla.blogspot.com